Los museos como espacios para sentir y crear alrededor del arte
Quienes se dedican a la gestión de los museos se enfrentan al reto de diseñar exposiciones que involucren de inmediato al espectador, que no pierda tiempo con tanta información y pase directamente al enfrentamiento estético para crear un discurso propio en torno a la obra artística.
La curadora María Helena González dictó la conferencia “Aprendizajes en museos. Perspectivas desde las ciencias cognitivas” en el Museo de Artes de la UdeG (MUSA) en el marco del Día Internacional de los Museos (DIM) ante profesionales que laboran en museos, estudiantes y personas interesadas en la gestión de dichos recintos.
En marzo, la curadora montó la exposición “Yo he sufrido más que Cristo” de Manuel González Serrano, y presentó su conferencia a partir de la concepción del arte desde los procesos mentales para el desarrollo de habilidades cognitivas y propiciar un contacto personal con el arte.
“En muchas exposiciones adoptamos los sentidos de otros porque nos hemos desconectado de los nuestros y por ello el museo debe desarrollar esas habilidades para encontrarnos con nosotros mismos”, explicó.
Detalló que los procesos de conciencia, del sentido del aquí y del ahora no están vinculados con el proceso de información mental, aunque sí con la introspección, el ambiente, las relaciones con nuestro entorno que, sumados, abonan a la elaboración de ideas sobre una obra artística.
“Los museos tienen que trabajar como un espejo y nuestro ideal en museos es generar procesos educativos y prácticas que sirvan para conocernos a nosotros mismos, para educarnos, disfrutar más de la vida, saborear la intensidad, el romero o el epazote, es decir, potenciar nuestra educación estética”, explicó.
La definición del museo se aleja de la concepción de un espacio donde se acatan las reglas. Se trata más bien de un lugar que fomenta la diversidad y la sostenibilidad con la participación de las comunidades, que operan y comunican ética y profesionalmente ofrecen experiencias variadas para la educación, el disfrute, la reflexión y el intercambio de conocimientos.
“Lo que nos interesa es que el sujeto cognoscente se vaya del museo pudiendo crear su propio discurso y haciendo metacognición: ¿para qué le sirve?, ¿por qué le gustó?, ¿cuáles son sus sentimientos y sus emociones frente a esa obra?. Eso es lo que queremos”, detalló.
Además, destacó el papel de los gestores de museos frente a las nuevas tecnologías pues deben dar cuenta de la experiencia de los espectadores y probar sus estrategias ante la profusa producción cultural para el entretenimiento.
“Competimos con Netflix, con otro tipo de entretenimientos, efectos visuales, teléfonos, iPads etcétera, cómo a mí me decía Vlady, el pintor, amigo de González Serrano, ¿cómo va a competir la pintura hoy en día con los efectos de las pantallas? Lo que me extraña es que haya jovencitos interesados en participar en estas experiencias y que las obras de arte tengan un espacio en el corazón, en la mente de la gente y que sigan sirviendo en el amplísimo sentido de la palabra”, reflexionó la curadora.
María Helena Gonzáles es licenciada en Historia del Arte y periodista cultural con maestría en Desarrollo Cognitivo, disciplina en la que cursa un doctorado relacionado con el arte.
Número de boletín: 079
Texto: Adrián Montiel González
Fotografía: Abraham Aréchiga